Recorrió el pasillo como tantas veces en estos meses, pero de manera distinta, hoy no arrastraba su cuerpo por él.
Abrió el armario y cogió sus zapatillas de correr, habían pasado diez meses desde que las guardase en ese mismo lugar para emprender una dura lucha contra el cáncer. Se las calzó con mimo sin poder evitar emocionarse. Emoción contenida durante muchas horas, muchos días, muchos meses de sufrimiento.
Había llegado el momento soñado, volver al lugar en el que tantas veces habia entrenado, en el que habia preparado tantas maratones, en el que siempre luchó por conseguir sus metas.
Hoy ha sido ese día;''HE VUELTO'', un ligero trote de apenas unos metros que me recuerdan el porqué amo este deporte.
Los 195 metros de gloria han llegado, dejando claro que con ilusión, esfuerzo y actitud se puede lograr cualquier cosa.
